La confederación apuesta por esta figura profesional en el marco del Proyecto Rumbo, en el que se plantea implementar líneas de acción innovadoras para la autonomía personal y la atención de personas con discapacidad
En España, 8.923 personas disfrutan de la prestación de asistencia personal a través del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Aunque la figura profesional de la asistencia personal lleva varios años en los principales debates sociales y está reconocida como una prestación económica dentro del Catálogo de Prestaciones de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, todavía tiene un largo camino por recorrer.
Esta ley reconoce el derecho de estas personas a poder llevar una vida independiente de forma autónoma y activa, permitiendo que residan y desarrollen su vida cotidiana en su entorno físico y social habitual, en igualdad de oportunidades que el resto de la ciudadanía. Por eso, PREDIF apuesta por un desarrollo común en todas las comunidades autónomas que despliegue la asistencia personal como la alternativa que más se adapta a las personas con discapacidad que quieren seguir viviendo en su entorno con un apoyo profesional y evitar así la institucionalización no deseada.
El proyecto Rumbo, en el que PREDIF participa junto a COCEMFE, ASPACE, FEDACE y Confederación Autismo, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con fondos NextGenerationEU de la Unión Europea, plantea implementar un nuevo modelo de apoyo a la autonomía personal y a la atención de personas con discapacidad, especialmente aquellas con mayores necesidades de apoyo, mediante la combinación de servicios y recursos que permita evitar su institucionalización y mantener a las personas en su entorno, facilitando formas de vida inclusivas en condiciones de seguridad, accesibilidad y bienestar.
Este plan se basará en el despliegue de acciones y pilotajes en cinco comunidades autónomas con 8 líneas de acción que permitirán una actuación conjunta de instituciones sociales, administraciones públicas y proveedores de conocimiento que conformarán una alianza para actuar coordinadamente sobre diferentes discapacidades: física, orgánica, parálisis cerebral, daño cerebral y trastornos del espectro autista.